Miami, Marzo de 2006



Pensé que hacerte este website para tu cumpleaños -2 de febrero- sería un hermoso regalo, la mejor forma para que, quienes te quisimos y te queremos tanto, tuviesen un poco de ti ahora que ya no estás. Pero cada vez que me sentaba a escribir, simplemente no podía.

Como ahora, por ejemplo, que mientras tecleo, lloro; porque te extraño mucho, como nunca pensé que podría extrañar a alguien. Sí, definitivamente, me haces muchísima falta. El dolor de perderte ha sido intolerable, muchas veces brutal. Sin embargo, me he propuesto escribir mucho, mucho, con la esperanza de que al exprimirme la memoria, pueda comenzar a llenar este hueco tan profundo que me ha dejado

tu muerte

. Honrar tu memoria, eso es lo que necesito para comenzar a sanar.



Una amiga -que no te conoció- me dijo: "Tu madre debió ser un árbol maravilloso...". Al principio me pareció sólo una frase agradable; pero mientras más lo pensaba, más iba tomando forma la hermosa analogía; y sí... si inclino la balanza hacía la poesía, fuiste tan grandiosa como un hermoso Boyacán, dándole sombra y cobijo a todos los que te rodeaban... fuiste realmente un árbol maravilloso, Ma. Y con esa madera fina y aromática, confío en que tus ramas serán la inspiración de mi relato.



No sólo quiero escribir sobre ti, sino más bien contar tus anécdotas, las cosas que te gustaban, todo lo que disfrutabas. Lo dulce que eras con todo el mundo (a pesar de que no todos merecieran tu dulzura), y lo espiritualmente evolucionada que estabas para nuestro tiempo. Lo mucho que leías sobre ángeles, lo mucho que creías en ellos. "Habla con tu ángel", me decías.


Domingo de circo en Panama-1969

Mami, mi ángel eras tú... de carne y hueso, atlética, optimista incorregible y la mejor amiga, una hermana como pocas y nuevamente (no me importa repetirme) un Ser Humano Extraordinario; con unas alas bien grandotas con las que nos cuidabas y nos consentías...







También quiero compartir todas las cosas que hacíamos juntas cuando venías de visita a Miami. Muchas personas no entendían cómo era que siempre quisiésemos estar juntas. Las relaciones madre/hija no siempre son del todo buenas. Pero en nuestro caso, siempre fuimos la excepción a esa regla. La vida, definitivamente me premió contigo.




En casa de la Tía Veva- Diciembre 2000Para los que no lo saben, venías una vez al año (a veces dos) a visitarme; pero como nos comunicábamos todos los días (email, yahoo messenger o por teléfono), parecía que vivíamos en el mismo país.  ¡Cómo nos reíamos! De cualquier tontería, Dios. Todas esas anécdotas las pueden encontrar en

Billie en Miami.



Siempre me había hecho la idea de que tú y yo envejeceríamos juntas; yo te cuidaría y como siempre te haría reír, tratando de

minimizar todos tus achaques... ¿Quién lo diría, eh...? En

fin, nunca he sido buena haciendo planes, y desde que ya no estás,

sólo me queda pensar en ti cada minuto de mi día. 



Bueno, mami, como nosotras siempre fuimos tan compinchosas (unas de t

us palabras favoritas), esta será una tarea de ambas; porque estoy segura de que durante mis lapsus mentales

estarás aquí, susurrándome al oído

todo lo que se me pudiera olvidar...


Mi madre, tan divina y espectacular!
Sé que quienes lean estas páginas sentirán indudablemente tu presencia. De la misma forma que yo la siento, siempre que me siento a escribir sobre ti, madre bella.




Tu hija que te adora siempre,


Isis